REPRESENTACIÓN TEATRAL: "A Margarita"

22/09/2018

Mientras leía A Margarita, fue naciendo en mí el deseo imperioso de pronunciar las palabras que ella decía y reelaborar los pensamientos que pasaban por su mente. Esa mujer me iba a dar la oportunidad de trascender mi propia experiencia vital, la más transformadora que he vivido hasta ahora: mi encuentro con el miedo a la muerte, a la enfermedad y a la mutilación. Hay un dicho que afirma que la vida te cambia en un segundo. A mí no me gustan los lugares comunes pero a veces se imponen y te obligan a aceptar que no eres única y que es ese espacio común lo que te hace humana. Mi vida cambió en un segundo cuando, hace cuatro años, aquel señor tan antipático con bata blanca me dijo que tenía un carcinoma lobulillar infiltrante y que me aconsejaba una mastectomía radical bilateral —así de radical fue la cosa— pero que debía decidir yo. Y decidí lo mismo que Margarita: aceptar lo irremediable y vivir, tragarme la vida a bocanadas y aprovechar el regalo que inconscientemente despreciamos al darlo por hecho y creerlo infinito. Y cuando leí el maravilloso texto de Carlos supe que era un medio de comunicar esa experiencia mía y compartirla con otros. Al fin y al cabo lo que nos hace a todos parecidos ¿no es acaso nuestras ganas de vivir?